Dolor profundo

Por fin ya está pasando un poco el dolor profundo que he sentido desde el jueves en que nos enteramos que el Carlitos se había puesto grave, esa tarde fue muy angustiante. El viernes nos enteramos que su cerebro había dejado de responder y que se le había desonectado de los equipos que lo mantenían vivo, fue muy doloroso saber que había fallecido, el dolor fue tan grande que me provocó malestar físico así que tuve que irme del trabajo porque no podía continuar, recibí mucho apoyo de parte de mis compañeros de trabajo. El sábado se le enterró luego del velatorio y de una misa muy emotiva. Así culmina una de las páginas más tristes de mi vida, en realidad le quería mucho y le sentía mucha gratitud. Lo más crítico fue para mi mami y la Yoli que sintieron mucho su partida. Solo el tiempo podrá curar nuestras heridas.