El pasado lunes empezó el tratamiento con la hormona del crecimiento para mi pequeño, un tratamiento largo y costoso, pero no hay sacrificio que un padre no sea capaz de hacer por su hijo, solo espero que no tenga consecuencias en otra cosa como es en el apetito, el lado triste es que hay que hacerle un pinchacito diario pero mi pequeño ha demostrado ser muy valiente. Esperamos que junto con el tratamiento de vitaminas y alimentación se pueda llegar al objetivo de que crezca más que yo.
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