Anoche mi pequeño rey me indicó muy emocionado su primera espinilla. Algo gracioso si lo vemos desde el punto de vista que es un gran problema de la adolescencia, pero él está contento, será porque ya se da cuenta que está creciendo, lo cual para nosotros, en cambio, es muy duro de aceptar al ver que esa pequeña larva que nació con 31 semanas y un kilo de peso ya se está convirtiendo en todo un jovencito, a Dios gracias sano y fuerte.
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