Ayer regresamos de pasar unos cortos días en Manta en la casa de mi Cuñado, quien nos atendió como siempre, con gran amabilidad y hospitalidad, aunque yo no la pasé tan bien por un molesto dolor de cabeza que no me dejó en paz ni un instante, lamentablemente no me dejó disfrutar adecuadamente el paseo. Por lo demás todo estuvo muy bien y regresamos a casa sin novedad, dando gracias a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario